Recordarás aquella quebrada caprichosa a donde los aromas palpitantes treparon, de cuando en cuando un pájaro vestido con agua y lentitud: traje de invierno.
Recordarás los dones de la tierra: irascible fragancia, barro de oro, hierbas del matorral, locas raíces, sortílegas espinas como espadas.
Recordarás el ramo que trajiste, ramo de sombra y agua con silencio, ramo como una piedra con espuma.
Y aquella vez fue como nunca y siempre: vamos allí donde no espera nada y hallamos todo lo que está esperando.
"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas."
ResponderEliminar¡Que grande Neruda!
Abrazos desde mi puerto.
La verdad es uno de los mejores poetas que ha tenido el mundo. Todo el sentimiento de quien espera por alguien que ama, el final es apasionante. Una belleza lo que hoy nos regalas querido Candil,muy buena elección un beso grande mi querido amigo
ResponderEliminarMe encanta Neruda.
ResponderEliminarEl soneto es precioso, pero el final es sublime.
Un abrazo...como nunca y siempre.
Leer a Neruda en tu blog y con una bella fotografía se convierte en todo un lujo, Candil
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres un cielo lo sabes verdad.?. Un beso grande querido Candil
ResponderEliminarVamos allí donde no espera nada y encontramos todo lo que está esperando.
ResponderEliminarParadógico.
Candil de madrugada.
Gracias por este tesoro.
¿Y tú?
Qué nos dices tu.
Te estoy esperando ilusionada.
Besos.
Ya sabes...nos esta esperando todo :-)
ResponderEliminarasí que sigamos.
Muackkkkkk :-)papi pitufo jeje